GRACIAS A LAS IMPUREZAS PODEMOS SABER QUE LOS DIAMANTES SE FORMARON HACE MILLONES DE A?OS
Las inclusiones o impurezas en el diamante no son muy populares entre los profesionales de la joyería, pero lo que si es cierto es que nos aportan una información muy valiosa, especialmente para los Geólogos.
Ya en otros artículos publicados por www.gemologiayciencia.com, hemos visto como las inclusiones nos han revelado información muy curiosa, como por ejemplo, aquella en la que las características del mineral incluido, nos indicaba la posibilidad de un mar interior, que podía dar la razón a Julio Verne, cuando se imaginó aquel mundo, encontrado por los expedicionarios que se aventuraron en el viaje hacia el centro de la Tierra.
Este artículo nos aclara algo que ya intuíamos, la vejez del diamante. Sabíamos que algunos diamantes habían sido testigos de la formación del planeta, o al menos eso pensabamos, pero un grupo de geólogos que analizó una serie de diamantes de Botswuana, encontraron impurezas en las piedras de hasta 2.500 millones de años de antigüedad, entre otros datos de un estudio publicado en "Earth and Planetary Science Letters".
Una de las piedras preciosas llamó especialmente su atención porque tenía en su interior partículas de silicato de 2.300 millones de años de antigüedad y cerca de la superficie, un cristal de granate de 250 millones de años, escribió en la publicación el equipo dirigido por Suzette Timmerman, de la Universidad Libre (VU) de Ámsterdam.
Ese hecho lo convierte en el diamante con "el período de formación más extenso que se conoce", apuntó la agencia alemana DPA.
"Para un joyero, las inclusiones o defectos encontrados dentro de la superficie cristalina son un problema que baja la calidad de la piedra, pero para los geólogos, son hallazgos valiosos que permiten datar las diferentes capas de los diamantes", explicó el profesor Gareth Davies, de la VU.
Eso permite sacar conclusiones de los cambios geológicos que se produjeron a lo largo del período de formación de la roca, generada a partir de carbono. El análisis mostró por ejemplo que en esos 2.500 millones de años debió haber enormes cambios en el ciclo del carbono entre la biósfera, atmósfera, los océanos y la geósfera.
Un silicato de 2500 millones de años y un granate d e 250 millones de años encontrado en uno de estos diamantes nos sirve para saber su edad
Los científicos analizaron 16 diamantes de dos minas distantes a 40 kilómetros entre sí en Orapa y Letlhakane.
Aunque están situadas tan cerca, las dos minas tenían diamantes con un ciclo de formación muy distinto y una composición también diversa, señalaron los investigadores.