Bernardo Naredo 

Hasta ahora, los inversionistas que buscaban activos más seguros o más conservadores solían inverir en oro o en el Tesoro Público. Pues parece que eso se ha acabado. A mediados del mes de Octubre, comenzó a funcionar en la Bolsa de Singapur un nuevo producto basado en el diamante que apunta a convertirse en uno de los activos refugio más buscados.

 El paquete de diamantes viene en una tarjeta del tamaño de una tarjeta de crédito, se llama Diamond Bullion y quiere evitar uno de los principales inconvenientes del comercio de diamantes: la subjetividad de su valor.

 La Diamond Bullion ha sido creada por la Bolsa de diamantes de Singapur y diseñada de tal manera que almacena y muestra los diamantes provenientes de la Bolsa de Singapur a precios de mayorista. Están emitidas en formatos estándar entre 100.000 y 200.000 dólares.

Hasta ahora no había manera de que la gente pudiera invertir en diamantes de la misma forma en que se invierte en oro, según manifestó Alain Vandenborre, presidente ejecutivo y fundador de la Bolsa de diamantes de Singapur. Un diamante no tiene comparación con ningun otro activo, ni con otras materias primas, obligaciones o acciones. Este producto es una fuente de riqueza, es un seguro contra la volatilidad y todo el mundo necesita tener en su cartera un producto como este.

Cada Diamond Bullion contiene un chip que permite la autenticación y la valoración inmediata de los diamantes en el mercado de divisas, ya que es crucial que no se confundan con diamantes sintéticos. También vienen provistos de una marca o señal, desarrollada por el Instituto Internacional de Investigación y Clasificación del diamante perteneciente al grupo Angloamerican De Beers,  que permite asegurar aún más su autenticidad.

Como dijo el presidente de la compañía Singapore Diamond Mint Francis Yeoh, la Diamond Bullion ha sido concebida para ser el equivalente en diamantes al lingote de oro.  Una inversión que pase de generación en generación durante muchísimos años.