UN LUGAR DONDE PUEDE LLOVER RUBIES Y ZAFIROS

No es un sitio muy recomendable para ir a comprobarlo pero no esta de mas saberlo.


En el 2016 un equipo de astrónomos publicaron un estudio en la revista Nature Astronomy especificando que el exoplaneta HAT-P-7b posee nubes que pueden estar compuestas por corindón, mineral que forma los rubíes y los zafiros. Según el portal Phys.org, HAT-P-7b fue descubierto en 2008. El gigante gaseoso se encuentra a una distancia de alrededor de mil años luz de la Tierra. Es un 40% mayor que Júpiter y orbita una estrella más caliente que el Sol. Asimismo, es conocido por sus extremas temperaturas: el lado del exoplaneta que siempre se enfrenta al astro presenta temperaturas que superan los 2.500 grados Celsius, mientras que en su lado nocturno las temperaturas alcanzan los 1.300 grados.

 

Comparativa Júpiter con el HATT-P-7b (planeta blanco)

Ahora, tras monitorear la luz que se refleja en la atmósfera de HAT-P-7b e identificar los cambios que se producen en la misma, un equipo de científicos ha descubierto que el lejano exoplaneta experimenta masivos cambios en los vientos, lo que puede dar lugar a catastróficas tormentas. «Utilizando el Kepler de la NASA estudiamos la luz reflejada de la atmósfera de HAT-P-7b, y encontramos que estaba experimentando cambios.

Creemos que las nubes se forman en la parte fría nocturna del planeta y se evaporan rápidamente en el lado caliente de día», explica el doctor David Armstrong del Warwick’s Astrophysics Group (Reino Unido). Según el especialista, los fuertes vientos que circulan por el planeta transportan las nubes desde el lado nocturno al diurno. «Los vientos cambian drásticamente de velocidad, debido a lo cual se acumulan y luego se desvanecen grandes formaciones nubosas.

Es la primera detección del tiempo en un gigante gaseoso ubicado fuera del sistema solar», constata. Los autores de estudio creen que las nubes están hechas de corindón. Si las formaciones se mantienen en el lado nocturno del exoplaneta, donde el compuesto puede existir en forma líquida, este puede saturar la atmósfera inferior con gotas de rubíes y zafiros.